Cuando tienes la gran oportunidad de ver grupos exhibiendo esa calidad artísitica y musical es cuando te preguntas, ¿a qué estará llamando "música" toda esa gente que idolatra a tanto esperpento? Rugelajoya, con su música profunda nos puso en ambiente: toques de calidad, contundencia y ganas de más. Poly-Math, el otro mundo de compases impares, dispares, impecables en su ejecución y una puesta en escena magnífica. Excelente compañía y buena cerveza, no pido nada más cuando voy a un concierto y es lo que encontré anoche en la Wrurlitzer por ración triple.